El programa nacional que fortaleció la organización juvenil en la década más violenta de la ciudad hoy está sin rumbo
Medellín vivió durante la década del 90 una de sus épocas más violentas. En esta guerra de bandas financiadas por el narcotráfico los jóvenes de los sectores populares y de otros tantos de clase media y alta eran al mismo tiempo las víctimas y los victimarios de la violencia desatada. Ser joven era entonces motivo de riesgo y de temor.
En este contexto Cesar Gaviria crea desde el gobierno nacional la Consejería Presidencial para Medellín, que buscó implementar nuevas políticas de tipo social, para frenar la ola de violencia. Dentro de estas políticas surge la propuesta de crear espacios alternativos para el encuentro de los jóvenes distintos a la esquina, al combo, y que les permitiera organizarse, proyectarse a la comunidad y recrearse en un ambiente diferente al de la calle.
Nacen entonces las Casas Juveniles. En Medellín se crearon 8 que estuvieron todas ubicadas en los sectores de la ciudad tenían los más altos problemas sociales y de violencia. El Picacho, Villa Tina, Santo Domingo, Popular 1, Santa Cruz, Villa Niza, Villa del Socorro fueron los barrios donde se inició este proceso de organización, participación y promoción juvenil. En mayoría de estos lugares la Consejería compró una vivienda, dotó y financió durante algún tipo actividades y proyectos en los cuales participaron los jóvenes.
Las Casas Juveniles de la Comuna 1.
En la Comuna 1, La Consejería Presidencial creo dos Casas Juveniles. La del Popular se llamó Creciendo Juntos por la Paz y la de Santo Domingo fue la Asociación de Grupos Juveniles.
Hernando Montoya fue uno de los jóvenes que en la década del 90 participo en el proceso de la Casa Juvenil de Santo Domingo, según recuerda: “ La Consejería Presidencial destinó cinco millones para el proyecto. La casa costó $4750.000 y con los 250 restantes compramos algunos muebles, escritorios y sillas. La casa nos la entregaron en 1991 y el comodato se hizo a nombre de la Asociación de grupos Juveniles”.
Actualmente, la que era casa juvenil es coordinada conjuntamente por la Policía Comunitaria, La Asociación de Comerciantes de Santo Domingo y La Corporación Coprovid, quien es la responsable de administrar el espacio. Humberto Guidales es el representante Legal de Coprovid y coordinador de la sede. Humberto nos cuenta que: “estamos buscando que la alcaldía tome la sede para que le haga los arreglos y adecuaciones que requiere y que posteriormente nos la devuelva pero con unos acuerdos para el pago de la administración del espacio y para poderle prestar a los jóvenes algunos servicios” . Agrega que el principal problema que afrontan es el del sostenimiento pues pagar servicios y mantenimiento es bastante costoso ya que después de ser cerrada la Consejería Presidencial el proyecto no volvió a recibir apoyos.
La presión a las casas juveniles
Desde sus inicios las casas juveniles han estado bajo la presión de los grupos armados que desde la década del 90 han dominado en diferentes momentos cada sector. Muchos de sus miembros fueron desplazados por que el liderazgo que ejercían era competencia para estas organizaciones. Otros fueron asesinados como el caso del coordinador de la Casa Juvenil “El Parche” de Villa del Socorro. Las Casas Juveniles del Popular y Santo Domingo no han sido la excepción. Han sufrido igual presión, e incluso en algunos momentos han sido tomadas por los grupos armados desplazando a los jóvenes de sus propiedades y lugar.
En el mes de julio la Sede Juvenil de Santo Domingo se robaron toda su dotación e implementos. Se llevaron el sonido, el computador, el televisor entre otros enseres que tenían para desarrollar sus actividades.
Hoy después de 17 años de ser iniciado este proceso sigue siendo fundamental crear y fortalecer espacios que favorezcan la organización y participación comunitaria de las y los jóvenes. A pesar de que en Medellín ha sido pionera en temas de Juventud precisamente por procesos como las Casas Juveniles, La Oficina de la Juventud y posteriormente el CMJ. Hoy unos de los espacios que impulsaron estas políticas a nivel nacional, no cuentan con una propia que las respalde. Las Casas Juveniles se han envejecido.
Medellín vivió durante la década del 90 una de sus épocas más violentas. En esta guerra de bandas financiadas por el narcotráfico los jóvenes de los sectores populares y de otros tantos de clase media y alta eran al mismo tiempo las víctimas y los victimarios de la violencia desatada. Ser joven era entonces motivo de riesgo y de temor.
En este contexto Cesar Gaviria crea desde el gobierno nacional la Consejería Presidencial para Medellín, que buscó implementar nuevas políticas de tipo social, para frenar la ola de violencia. Dentro de estas políticas surge la propuesta de crear espacios alternativos para el encuentro de los jóvenes distintos a la esquina, al combo, y que les permitiera organizarse, proyectarse a la comunidad y recrearse en un ambiente diferente al de la calle.
Nacen entonces las Casas Juveniles. En Medellín se crearon 8 que estuvieron todas ubicadas en los sectores de la ciudad tenían los más altos problemas sociales y de violencia. El Picacho, Villa Tina, Santo Domingo, Popular 1, Santa Cruz, Villa Niza, Villa del Socorro fueron los barrios donde se inició este proceso de organización, participación y promoción juvenil. En mayoría de estos lugares la Consejería compró una vivienda, dotó y financió durante algún tipo actividades y proyectos en los cuales participaron los jóvenes.
Las Casas Juveniles de la Comuna 1.
En la Comuna 1, La Consejería Presidencial creo dos Casas Juveniles. La del Popular se llamó Creciendo Juntos por la Paz y la de Santo Domingo fue la Asociación de Grupos Juveniles.
Hernando Montoya fue uno de los jóvenes que en la década del 90 participo en el proceso de la Casa Juvenil de Santo Domingo, según recuerda: “ La Consejería Presidencial destinó cinco millones para el proyecto. La casa costó $4750.000 y con los 250 restantes compramos algunos muebles, escritorios y sillas. La casa nos la entregaron en 1991 y el comodato se hizo a nombre de la Asociación de grupos Juveniles”.
Actualmente, la que era casa juvenil es coordinada conjuntamente por la Policía Comunitaria, La Asociación de Comerciantes de Santo Domingo y La Corporación Coprovid, quien es la responsable de administrar el espacio. Humberto Guidales es el representante Legal de Coprovid y coordinador de la sede. Humberto nos cuenta que: “estamos buscando que la alcaldía tome la sede para que le haga los arreglos y adecuaciones que requiere y que posteriormente nos la devuelva pero con unos acuerdos para el pago de la administración del espacio y para poderle prestar a los jóvenes algunos servicios” . Agrega que el principal problema que afrontan es el del sostenimiento pues pagar servicios y mantenimiento es bastante costoso ya que después de ser cerrada la Consejería Presidencial el proyecto no volvió a recibir apoyos.
La presión a las casas juveniles
Desde sus inicios las casas juveniles han estado bajo la presión de los grupos armados que desde la década del 90 han dominado en diferentes momentos cada sector. Muchos de sus miembros fueron desplazados por que el liderazgo que ejercían era competencia para estas organizaciones. Otros fueron asesinados como el caso del coordinador de la Casa Juvenil “El Parche” de Villa del Socorro. Las Casas Juveniles del Popular y Santo Domingo no han sido la excepción. Han sufrido igual presión, e incluso en algunos momentos han sido tomadas por los grupos armados desplazando a los jóvenes de sus propiedades y lugar.
En el mes de julio la Sede Juvenil de Santo Domingo se robaron toda su dotación e implementos. Se llevaron el sonido, el computador, el televisor entre otros enseres que tenían para desarrollar sus actividades.
Hoy después de 17 años de ser iniciado este proceso sigue siendo fundamental crear y fortalecer espacios que favorezcan la organización y participación comunitaria de las y los jóvenes. A pesar de que en Medellín ha sido pionera en temas de Juventud precisamente por procesos como las Casas Juveniles, La Oficina de la Juventud y posteriormente el CMJ. Hoy unos de los espacios que impulsaron estas políticas a nivel nacional, no cuentan con una propia que las respalde. Las Casas Juveniles se han envejecido.
1 comentario:
Realmente la ambición de la familia Guidales García, parece no tener limites. Primero enquistados en la Junta de Acción Comunal de la Esperanza 2, pero como no pudieron seguir. Ahora doña Rosalba García quiere ser nuevamente presidenta de la JAC del barrio y Humberto Guidales quiere adueñarse de la sede juvenil de Santo Domingo Savio 1 y además presentarse en una Plancha para ser de la directiva de la JAC del mismo barrio.
Como dicen en un noticiero, ¿Qué tal esto?...
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